La reminiscencia amargusante

viernes, marzo 25, 2005

Alguna recomendación literaria que otra..

-¡Yo soy el medico responsable aquí!- Tronó, enfurecido, Gartell-. Nadie realiza ninguna operacion en la enfermeria sin mi..

El encapuchado extendió un brazo.

Galen Gartell se encontró mirándose la punta de las botas de repente. Le llevó lo que le restaba de vida darse cuenta de que algo iba mal. Sólo cuando su cuerpo decapitado cayó al suelo a su lado advirtió que... le había... cortado... la cabeza... el cabrón... no.

-¿Flense? Limpie esto, ¿quiere? -solicitó el inquisidor Heldane, señalando el cadáver tendido a sus pies con el escalpelo tinto en sangre que tenía en las manos.




Los primeros de Tanith