La reminiscencia amargusante

martes, mayo 03, 2005

Y del rayo surgió la vida..

- Despierta pequeña princesa..

Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente; tras 20 años de trabajo ininterrumpido Rotwang por fín habia terminado de crear lo que el modestamente llamaba la perfeccion. Pero esa perfección iba más allá, no solo era perfecta para el mundo, sino para él tambien. Por fin Rotwang encontraba a alguien capaz de transmitirle la sensacion de compañia, ya no se veia tan solo al verse en unos ojos que, ya tranquilos y acostumbrados a la luz brillante empezaban a estudiar lo que le rodeaban, parandose durante un tiempo en la triste figura que la miraba desde un lado: encorvado, ya mayor, en plena decadencia, que creia que hasta esa noche lo habia visto todo y que nada le habia gustado, con una sonrisa de satisfaccion insertada en una cara acostumbrada a estar triste, en tension, demacrada y seca. Decidió devolverle la sonrisa.

Cuando Rotwang vio surgir de entre los pelos que caian, revoltosos entre su cara, una sonrisa, una hilera de dientes, blancos, perfectos, no pudo más que comenzar a reir. Por fin era feliz.

Lo que no vio fue que habia sido atravesado con la primera arma que la criatura habia encontrado; ahora, Rotwang yacia en el suelo sobre un charco de sangre, pero habia sido feliz, y solo por eso todo merecia la pena.

Fue entonces cuando Rotwang, antes de morir, comprendió la ironia que el destino por fin le ofrecia, habia creado la maquina que por fin acabaria con esta marchita humanidad y todo porque quiso ir más allá; vertiendo todos sus odios habia creado a alguien que tambien odiaba, habia encerrado la perfeccion en un cuerpo humano y lo habia despojado de todo lo que tenian de comun. Habia creado a alguien igual que él, a alguien perfecto, a un monstruo.