Oredklo

¿Porqué me dolía tanto la cabeza?, todo me daba vueltas, volveré a empezar a ver si entiendo que hago aquí.. solo sé que alguien me habia llamado para ir a la reunión de nuevo y.. no querían que fuera solo.

Me siento en un sillón medio quemado.. ¿quemado? si... recuerdo la cara del vendedor de la gasolinera cuando vió que me llevaba esa lata de gasolina, debió desconfiar de mí y no solo para pedirme el carnet por ese tercio de cerveza que también compré.

Tampoco recuerdo bien como llegué hasta allí, solo sé que estaban todos y que en ese momento no dudé.

Me miro a las manos y las veo ensangrentadas; en el suelo, aun humeantes, se distingen diversos cuerpos, oscuros y desencajados. En mi mente, solo una palabra se repite: Oredklo... oredklo.

Mientras mi pulso se calma, mientras mi mente deja de palpitar por aquel estúpido dolor de cabeza, mientras las sirenas aumentan y se acercan, aún sigo sin saber por qué lo hice, quizás fuera la comida, quizás fuera aquel estupido niñato de la gasolinera o quizás.. quizás fueran los de este bar, que no supieron decirme como llegar a la reunión... quizás fue la voz familiar que me hizo ver... aunque ya da igual, Oredklo ¿donde estarás?

(Dedicado al sr Barber...)