La reminiscencia amargusante

domingo, julio 23, 2006

indiferencia, soledad

Los focos me apuntaban directamente a la cara, me querian deslumbrar para luego derribarme como un animal enfurecido, pero hoy no lo iba a permitir. Avancé un paso más, pero algo me retuvo, era yo mismo, mi conciencia, que elevaba su voz ante el atronador tono de su antónima.

-. El mundo es indiferente ante ti; nadie te presta atencion, nadie te quiere, no hay nadie que te aprecie más que otras personas. Estás solo, y cada dia más.

Ante el inquietante silencio de la conciencia, la voz atronadora continuó.

-. Nadie es capaz de sentarse a tu lado, aunque sea el ultimo sitio disponible. El destino, burlón te provoca dia tras dia con sus caprichos y avatares. No eres más que una marioneta de tu destino y solo hay una manera de poner fin a sus interjerencias, de la ironia y de todo lo que te rodea, el ultimo poder que tienes, tu ultima carta: Tu vida. No volverás a ver a aquel pelo pelirojo sobre esa sonrisa, no volverás a ver ojos claros camuflando una mirada de compasion inutil, no volverás a arrepentirte de actuar cuando no lo hiciste, de decir lo que no dijiste. No existirás para que esto te alcance. El futuro no existe para que el remordimiento te alcance allí.

La conciencia cesó de protestar. Avancé, comprendí que no me quedaba otra salida. Sin mirar salté, sentí el aire en la cara, disfruté con la sensacion de angustia, algo salia mal y mi cuerpo aun tardaria en entender el salto que habia dado. Por fin abri los ojos y vi el paisaje. Fui feliz hasta el fin.

domingo, julio 02, 2006

Rayo de Luna

Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación.Otro, con esta idea, tal vez hubiera hecho un tomo de filosofía lacrimosa; yo he escrito esta leyenda que, a los que nada vean en su fondo, al menos podrá entretenerles un rato..



(sobra decir que no es mio, por si alguien lo dudaba, es de Becquer y desde que una amiga me lo enseñó, no he podido dejar de pensar esta magnifica leyenda. Demasiado largo como para incluirlo aquí, dejando solo el principio para incitar)